En el último verano, estuve en Brasil. Conocí todo su litoral y también las ciudades más visitadas del interior.
Algunos de los sitios que visité fueron: Fernando de Noronha, Rio de Janeiro y Florianópolis.
Las playas de Brasil son maravillosas. Mejor que ellas, sólo las personas. Los brasileños son muy agradables y me recibieron muy bien.
Percibí que las personas de ese país acompañan mi trabajo, pues fue reconocida muchas veces por ellas.
Quiero mucho volver a Brasil (ojalá mi próximo giro sea allá) y voy a llevar Matteo conmigo. Tengo la certidumbre que él, así como yo, tendrá recuerdos inolvidables de ese país "tropicaliente".