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martes, 11 de noviembre de 2008

Autobiografía

CARMEN POR CARMEN
Recibí el nombre Carmen. Nací en el interior de España. Ya temprano, me enamoré de la música y decidí hacer carrera cantando. Conocí a Matteo y tuve bastante éxito.
Cantaba siempre, charlaba demasiado, reía en los momentos felices y lloraba en los tristes. Tenía hábitos saludables de vida: caminaba por las calles, no fumaba ni bebía, era casi una vegetariana. Aunque no practicaba ningún deporte, me encantaban los partidos de fútbol y voleibol.
Vi muchas películas y cociné muchos platos exquisitos. Conocí muchas personas, algunas muy importantes en mi vida, otras ni tanto. Leí, estudié, aprendí y crecí. Amé cada día como si fuera el último. No tuve miedo del oscuro ni de apariciones. Fui batalladora y logré mi lugar deseado.
Me gustaría haber ido a África del Sur y haber ayudado más a los pobres. Pensaba que la vida sería un eterno show y no hacía todo que podía por los otros. Coleccionaba objetos de valor y no dejaba que nadie me los quitase de mí. Vivía exaltando mi apariencia y no pensaba que un día todo aquello iría acabar.
Me quedé muy emocionada con mi boda y con el nacimiento de mis hijos gemelos. Estuve muy contenta con el cariño de todos mis fanáticos cuando terminé mi carrera de cantante. Miré siempre adelante e intenté no vivir del pasado.
Dije todo lo que quería decir, hice todo lo que quería hacer y hubo todo lo que tenía que haber en mi vida.
*Ese también es un texto de la perspectiva del futuro

martes, 4 de noviembre de 2008

Un día emocionante

Hoy he estado en la plaza donde será mi último concierto. Muchos fanáticos han estada allá para mirar los preparativos. Me he quedado muy feliz por el cariño que demostraron.
He almorzado con Matteo y hemos hablado demasiado sobre la boda. Matteo está muy feliz y me ha hecho una sorpresa: me ha mostrado todo el itinerario que vamos a hacer en nuestra luna de miel. En este momento, ha pasado una película en mi cabeza y he percibido lo tanto que soy amada.
También, he hablado con Juancito respecto de algunos asuntos profesionales y he llamado a mi madre, pues hacía mucho tiempo que no hablaba con ella y he extrañado su presencia.
Como tengo la costumbre, he actualizado mi blog y he postado algunas novedades. Y claro, he respondido los comentarios cariñosos de mis fanáticos.
Por estar un poco fatigada, me he duchado y he cenado, sólo un poquito, pues tengo que mantener la forma.
Después, me he acostado, he puesto la tele y he visto una película en que Matteo actúa.
Este ha sido un día muy emocionante.

jueves, 30 de octubre de 2008

Una visión del futuro

Me gusta mucho hablar de mi vida y contar a todos lo que pasa conmigo. Hoy principalmente, en el año de 2040, que tengo mis nietos y siempre les cuento como era la vida algunos años atrás. Me gusta hablar del año de 2008, pues fue un año en que tuve mucho éxito en mi carrera de cantante.
La modernidad de hoy es tanta que, cuando pienso como eran las cosas antes, ni puedo comprender como vivimos hasta hoy sin tanta cosa a nuestro favor. Antiguamente, no había los Baby H.P. ni los aparatos de recoger energía como hay hoy. Lo desechable no era reciclado y la contaminación del aire era menor.
Las personas no se preocupaban por la situación del mundo y no cuidaban de él; en aquel tiempo llegué a pensar que en breve el mundo acabaría de tan mal que era tratado.
Los coches no volaban, Internet era sólo para las personas que tenían condiciones financieras para poder pagar por el servicio, los teléfonos móviles no permitían que se sintiera el olor de las cosas en el lado contrario de la línea, no era posible cambiar objetos por medio de la computadora, los electrodomésticos no hablaban con las dueñas de casa, los chicos iban a la escuela y las personas salían de casa para hacer compras y trabajar.
Todo era muy limitado si comparado con los parámetros de hoy, pero las personas intentaban descubrir siempre algo nuevo para facilitar la vida de todos. En la medicina, por ejemplo, fueran aprobadas, en algunos países, las investigaciones con las células-tronco, remedios nuevos fueron descubiertos y experimentados, tratamientos avanzados y curas también forman parte de ese pasado.
Creo que las personas hoy, en 2040, son muy egoístas y prejuiciosas, mientras que en los tiempos de mi juventud, en 2008, todas tenían más solidariedad y confianza.
El tiempo pasa y los cambios ocurren, yo sé, pero no quería tener que ver ciertas modificaciones que no hacen bien. La cultura, los hábitos alimentarios, la educación y el comportamiento sufren la influencia del tiempo, veo eso por medio de mis nietos, que hacen cosas que yo no hacía cuando niña, pero lo que resta a mí es entender que el tiempo pasa y los cambios son inevitables.

martes, 7 de octubre de 2008

Cuento

DÍA RARO


Aquél día empezó raro. Jamás una mañana de concierto había estado tan oscura.
Me desperté en el hotel y fui a dasayunarme. ¡Qué lástima! Nada me apetecía. Volví a mi habitación e intenté hablar con Juancito, mi productor. Sin efecto, su teléfono móvil estaba desconectado. Me quedé un poco preocupada, ya que él siempre está conmigo, por todo el día, cuando hay show.
Las horas pasaban y el momento del concierto se acercaba. Al momento de arreglarme, mi peluquero aún no había llegado. Lo llamé por teléfono y me dijo que su avión estaba retrasado y sólo llegaría al día siguiente. Sin oír más explicaciones, me quedé nerviosa y pedí ayuda a la peluquera del hotel. Muy lista, ella fue a mi habitación pero el resultado no me agradó. Mi pelo más parecía un cepillo. Me pregunté: “Madre mía, ¿por qué todo me está saliendo mal?”
Intenté, más una vez, llamar por teléfono a Juancito, pero pienso que sólo para quedarme más nerviosa. Entonces, intenté calmarme hablando con Matteo. Él no fue conmigo a ese concierto, pues estaba grabeando su película de más éxito. Dijo a mí que no podía hablar en aquel instante y me llamaría más tarde. Colgué el teléfono y pensé: “Sí, más tarde, cuando esté arriba del escenario.” Realmente, algo estaba mal.
Sin querer más esperar, pedí un taxi y fui hasta el sitio donde sería el show. Llegando allá, el guardia no me dejó entrar. Él no me reconoció y me dijo que no era Carmen Navarro, pues ella no tenía el pelo tan mal tratado. Respiré a fondo, conté hasta tres y fui a intentar de otra manera. Avisté una puerta en los fondos del lugar, miré para los lados y no vi a nadie, entonces resolví entrar.
Luego me encontré con Juancito, que casi no me reconoció también. Antes de cualquier cosa, empecé a insultarlo, pues me había olvidado en un día de show. Juancito, sin entender muy bien, pedió mejores explicaciones. Yo le conté todo que me pasó aquel día. Él empezó a reír y mi rabia sólo crecía. Hasta que él resolvió decirme que aquél no era el día del concierto. El show era al día siguiente. Dijo aún que yo debía estar confusa debido al huso horario. Después de oír aquello, no sabía si reía o si lloraba y todo empezó a tener razón, como el hecho de que mi peluquero solo llegara al día siguiente y el telefonazo de Matteo más tarde.
Hoy, creo que ese fue un día gracioso pero, para mí, que viví aquellos momentos, puedo decir fue también un día raro.

martes, 23 de septiembre de 2008

Minicuento

Inocencia infantil
(CarmeNavarro)
Desde hace algún tiempo, la chica empezó a hacer preguntas embarazosas. Ella tenía siete años, edad en que muchas dudas y curiosidades aparecen. Eran preguntas del tipo: - ¿Quién nació primero, el huevo o la gallina? O entonces: - ¿Por qué los peces no mueren ahogados?
En aquello día, sin embargo, la pregunta fue un tanto más sorprendente que las otras: - Abuela, ¿de dónde vienen los bebés? La abuela se quedó sin acción en el momento y dijo a la nieta que se arreglara pues su madre pronto llegaría.
Preocupada y sin saber lo que responder a la nieta, la abuela pidió la opinión de su marido, que simplemente rió y le dijo que contara la verdad.
Al día siguiente, la abuela llamó a la nieta, que estaba jugando con su hermano mayor, y comenzó a explicarle el origen de los niños de pecho. Dijo a la chica que muchos hablaban de una tal cigüeña, pero que la verdad era que el papá plantaba una semillita en la mamá y, después de un tiempo, el niño nacía.
La chica se dio por satisfecha y volvió a jugar con su hermano. La abuela se quedó aliviada, ya que la nieta no hizo más cuestionamientos. No obstante, cuando fue observar la inocencia infantil de sus nietos jugando, oyó cuando la chica dijo a su hermano: - ¿Será que debemos decirle la verdad a ella?

martes, 16 de septiembre de 2008

Una niñez inolvidable

Tuve una niñez que puede ser envidiada por cualquiera.
Mis padres siempre me dedicaron mucho cariño. Eso hizo que me volviera una persona a quien le gusta dar cariño también, pues sé cómo es bueno recibirlo.
Me encantaban los musicales y los conciertos que ponían en la tele. Siempre cantaba junto a los cantantes profesionales y mis tías y abuelas decían que sería una gran cantante.
Mi hermano jugaba conmigo, pero era muy flaca y los juegos eran de chicos, entonces prefería jugar con mis muñecas.
Me interesaban también los cromos y jugar al encantado mintras mi hermano jugaba a volar cometa.
Mi casa estaba en una ciudad del interior de España y, más tarde, yo y mi familia nos trasladamos a Madrid. Tenía muchos amigos en mi calle antigua, pero también conocía a personas muy diferentes porque mis papás viajaban mucho, por ello no fue tan difícil el cambio y la adaptación en un otro lugar.
En la escuela era estudiosa y siempre sacaba buenas notas. Los profesores pensaban que sería una escritora de realce, porque escribía poesías y textos muy buenos.
Mi mamá es actriz y mi papá es productor y creo que la profesión de ellos mediatizó mi elección profesional. Soy cantante no sólo por eso sino porque me gusta demasiado lo que hago. Lo mejor, desde niña me gustaba cantar y la convivencia con las personas del medio sólo hizo crecer esa mi pasión por la música.
Hoy sólo tengo buenos recuerdos de mi niñez. Buenos tiempos que no vuelven más pero que fueron muy bien aprovechados. Era feliz, sabía de eso y jamás olvidaré aquellos momentos.

martes, 9 de septiembre de 2008

Cuestión de gusto

Creo que muchas personas ya saben sobre las cosas que me molestan y aquellas que me encantan. Los cotilleos y los cotillas, por ejemplo, me fastidian demasiado, pero intento olvidarlos y caminar adelante. Al revés, me encanta el cariño que mis fanáticos tienen por mí y, en cambio, dedico mi trabajo a ellos.
A mí me gusta el sonido de la lluvia, que parece limpiar y llevar para lejos toda la maldad del mundo y, después, deja sólo el olor de tierra húmeda que más se semeja a una esencia de tranquilidad.
La sonrisa verdadera y espontánea me encanta; sin embargo, aquella falsa y forzada me molesta. Es decir, me gusta la verdad, porque la mentira no lleva nadie a lugar ninguno.
Me interesan las películas románticas, la música danzante y la buena comida. Me alegran las personas felices, los pájaros volando y los niños jugando. Me duelen el egoísmo, la injusticia y el prejuicio.Los gustos son muchos pero el deseo es uno: tener preferencias para vivir la vida como quiera. Tener preferencias es una señal de personalidad, o sea, demostra que somos singulares. Por ello, no tenga vergüenza de poseer sus gustos, sino exprésalos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Autorretrato

Soy una chica contenta, cariñosa, cuidadosa...
¿Te das cuenta como la C forma parte de mi vida? Encima me llamo Carmen y soy cantante.
Soy española, pero mi corazón es de todo el mundo.
Soy mística y creo en la numerología y en la astrologia.
Pienso que soy una mujer bella, pues me preocupo por mi apariencia, ya que mi trabajo me lo exige.
Soy alta, delgada, morena, tengo el pelo largo y rizado y los ojos verdes. Tengo un lunar en la mejilla derecha, que es mi marca registrada.
Creo que soy una paradoja ambulante. Soy tranquila, pero, también, nerviosa; estoy siempre lista, pero, a veces, despistada.
Las personas dicen que soy sonriente, chistosa, simpática y romántica.
Soy celosa, pero en la medida cierta.
Tengo algunas manías: organización (aunque mi rutina no permita que ponga en orden mis cosas); puntualidad (siempre intento ser puntual, pero, a veces, soy traicionada por el tiempo que insiste en ser más rápido que yo) y otras más.
No espero que la vida me dé muchas cosas más, pues estoy bastante contenta con todo lo que tengo y que conquisté.

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