Inocencia infantil
(CarmeNavarro)
Desde hace algún tiempo, la chica empezó a hacer preguntas embarazosas. Ella tenía siete años, edad en que muchas dudas y curiosidades aparecen. Eran preguntas del tipo: - ¿Quién nació primero, el huevo o la gallina? O entonces: - ¿Por qué los peces no mueren ahogados?
En aquello día, sin embargo, la pregunta fue un tanto más sorprendente que las otras: - Abuela, ¿de dónde vienen los bebés? La abuela se quedó sin acción en el momento y dijo a la nieta que se arreglara pues su madre pronto llegaría.
Preocupada y sin saber lo que responder a la nieta, la abuela pidió la opinión de su marido, que simplemente rió y le dijo que contara la verdad.
Al día siguiente, la abuela llamó a la nieta, que estaba jugando con su hermano mayor, y comenzó a explicarle el origen de los niños de pecho. Dijo a la chica que muchos hablaban de una tal cigüeña, pero que la verdad era que el papá plantaba una semillita en la mamá y, después de un tiempo, el niño nacía.
La chica se dio por satisfecha y volvió a jugar con su hermano. La abuela se quedó aliviada, ya que la nieta no hizo más cuestionamientos. No obstante, cuando fue observar la inocencia infantil de sus nietos jugando, oyó cuando la chica dijo a su hermano: - ¿Será que debemos decirle la verdad a ella?
En aquello día, sin embargo, la pregunta fue un tanto más sorprendente que las otras: - Abuela, ¿de dónde vienen los bebés? La abuela se quedó sin acción en el momento y dijo a la nieta que se arreglara pues su madre pronto llegaría.
Preocupada y sin saber lo que responder a la nieta, la abuela pidió la opinión de su marido, que simplemente rió y le dijo que contara la verdad.
Al día siguiente, la abuela llamó a la nieta, que estaba jugando con su hermano mayor, y comenzó a explicarle el origen de los niños de pecho. Dijo a la chica que muchos hablaban de una tal cigüeña, pero que la verdad era que el papá plantaba una semillita en la mamá y, después de un tiempo, el niño nacía.
La chica se dio por satisfecha y volvió a jugar con su hermano. La abuela se quedó aliviada, ya que la nieta no hizo más cuestionamientos. No obstante, cuando fue observar la inocencia infantil de sus nietos jugando, oyó cuando la chica dijo a su hermano: - ¿Será que debemos decirle la verdad a ella?
5 comentarios:
Sorprendente este minicuento! Además de ser buena cantante, también escribes!
Gracias por el elogio Luna.
Yo había dicho que era una buena escritora tambiém, además mis profesoras ya hablaban eso en la escuela primaria.
re bueno tu cuentito carmen!
me gusto mucho!
besos!
y esperamos noticias de tus proximos conciertos, ¿vale?
besos!
Cariño, todos dicen que eres buena cantante, pero ahora todos van a saber que eres también una buena escritora.
Muy bueno! Los niños de hoy son mismo soprendentes!
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